Que cuando la gente se siente mejor trabaja mejor y esto repercute en una mayor productividad y bienestar es muy obvio… sin embargo durante años se ha estado promoviendo desde las escuelas de negocios la feroz competitividad frente a la cooperación o colaboración como la manera de ganarse el puesto en el mercado laboral. Hace ya tiempo que Goleman lo decía y unos cuantos años antes que lo venían advirtiendo muchos sociólogos.
Aunque más tarde de lo deseable, parece que por fin las mismas escuelas de negocios, aunque muy lentamente, estén dando un salto cualitativo importante hacia formas de trabajo que permitan sanear las relaciones internas en las empresas y que tienen repercusiones sobre las externas y si el trabajo de la organización está bien enfocado también repercute en mejores resultados.
La Indagación Apreciativa, por ejemplo, es una metodología que poco a poco se va dando paso para mejorar o construir cuestiones organizacionales a partir de entrevistas, encuentros y creatividad donde todo el mundo tiene su voz para aportar lo mejor de sí mismo en la entidad para la que trabaja. Este es un indicador de que algo está cambiando.
Sin embargo en un contexto de crisis las personas tienden a replegarse por miedo lo cual no favorece las relaciones positivas. Además creo que en nuestro contexto hay otra dificultad: la rigidez que demuestran muchas jerarquías… y en este sentido queda aún mucho trabajo por hacer. La horizontalidad, la colaboración, la cesión de liderazgo en función de competencias, evitar el clientelismo o peloteo como forma de relación para ocupar determinados puestos son elementos fundamentales, desde mi punto de vista a reformular, si realmente se quiere sanear e ir más allá en las relaciones dentro y fuera de las organizaciones.
Y la valentía. La valentía por hacer realmente RSC y no solo informes de RSC por ejemplo.
Y que se den puestos de responsabilidad a gente joven sobradamente preparada… también depende de los responsables con más antigüedad de la empresa. Yo creo que lo óptimo es aprender a trabajar de forma inter-generacional: así todo el mundo aporta a todo el mundo y se estimulan nuevos circuitos de información y comunicación en beneficio de las organizaciones y para aquellos para quienes trabajan, ya sean clientes, como socios o usuarios.
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