Alexandra
Farbiarz
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Soluciones para el bienestar personal y la sostenibilidad

Los cambios más significativos son los que se caminan, los que no son fáciles de abordar porque guardan en sí grandes desafíos que solemos disfrazar de muchas maneras.
A veces los disfraces son excusas, justificaciones que pueden ser sin duda ciertas pero que a veces nos impiden ver otras posibilidades, a veces es la falta de autoestima, la queja, el no darse permiso, el hacer de un sueño tan grande que olvidamos como ponernos pequeñas metas que nos permitieran hacer más posible lo aparentemente imposible, a veces es la falta de definición, a veces es porque, simplemente no es el momento porque otras responsabilidades nos lo impiden y entonces se trata de ser pacientes.
También hay saltos cuánticos pero la vida es como el arte… la inspiración te pilla trabajando… o reposando después de haber trabajado o por un buen accidente trabajando… y, a veces, también hace falta decirlo por una buena caída que nos obliga a hacer replanteamientos vitales importantes que requieren de mucho trabajo.

Sin duda los cambios imaginados son los más fáciles porque la cabeza va muy deprisa, pero bajarlos a la realidad cuesta más, nos muestra los límites físicos que la imaginación puede no tener presentes. Es por ello que, cuando caminamos nuestros retos y dificultades podemos adquirir la consciencia necesaria para abrir nuevas etapas, desarrollarlas y dejar atrás lo que ya superamos. Bajando de la cabeza a los pies.
 
A veces lo vivido nos deja un sabor amargo, o un sabor desconcertante, no entendemos lo que ha pasado. A veces hemos pasado por momentos de miel y de pronto la acidez nos llega del estómago a la garganta.

 

Aún y así también nuestros pasos nos dan bellos momentos. Rescátalos de tu memoria cuando hagas balance de este año. Puede ser la sonrisa de un desconocido en un transporte público o esperando en un semáforo o en la cola de una tienda, la complicidad de quien no te esperabas en un momento dado. Puede ser que,de pronto, te das cuenta que un conocido se convirtió en un amigo, que ya no te peleas tanto por cosas que antes te sacaban de quicio y ahora te resbalan, puede ser una llamada inesperada o que te has permitido mimarte y cuidarte mejor. Puede ser el calor de los amigos de siempre o de los que han empezando a ser parte de tu jardín afectivo.

 

Agradece todo lo que hayas podido caminar… lo que hayas aprendido siempre será tuyo y formará parte de tu maletín de experiencias y herramientas para los próximos momentos, retos y reposos de lo que la vida nos propone y nos dispone y de lo que nos gustaría vivir desde nuestros anhelos.
Feliz 2018, lleno de PAZ, AMOR, ALEGRÍAS y SALUD!