- Diagnosticar las dificultades existentes en un determinado equipo u organización.
- Contrastar puntos de vista sin entrar en discusión.
- Recoger las distintas percepciones sobre un determinado tema.
- Elaborar propuestas para salir de situaciones de estancamiento.
- Buscar mejoras de un determinado servicio o producto.
- Pasar un buen rato jugando a buscar nuevas opciones de servicio.
- Mejorar las relaciones dentro de las organizaciones o con los agentes externos pero vinculados a la misma (team building).
Elaborar todos estos aspectos requiere de la valentía de las organizaciones a ponerse a trabajar de un modo distinto al que están acostumbrados. El prefijo «Co» significa unión o compañía. Para poder hacernos compañía se requiere también de una determinada disposición por parte de los que integran una determinada acción. La cocreatividad parte del principio que todos podemos aportar creando y, por lo tanto, necesita que los participantes puedan expresarse en libertad, en un espacio que les genere seguridad. Es por esta razón que los talleres cocreativos se hacen con una estructura horizontal, es decir, donde todos los participantes tienen las mismas posibilidades de acción en la participación por lo que las jerarquías que suelen regir las empresas quedan suspendidas durante ese tiempo en pro de una búsqueda común, donde todo el mundo se reconoce en un mismo nivel. Es decir, donde cada cual se pueda sentir acompañado en un proceso compartido.
- Se trabaja de forma distinta por lo que los participantes se pueden reconocer haciendo las cosas de otra manera y se flexibiliza la percepción de las personas cuando llevan tiempo en una empresa o poco pero no se conocen.
- La cocreatividad se realiza con un punto de informalidad que permite que las personas se relajen y se sientan más cercanas.
- Durante el proceso se pueden dar descubrimientos sobre las personas que trabajan que hasta el momento no se habían reflejado porque no tenían un espacio donde volcarse, lo cual también permite visualizar competencias ocultas de los participantes.
- Cuando los mandos directivos e intermedios se sitúan en otro plano que les permite también poder ser vistos más allá de sus rangos. Ciertamente esto requiere de humildad pero también de osadía al ponerse a trabajar codo con codo con sus subordinados por un tiempo y de poder aportar también una visión más personalizada que la que están acostumbrados a tener. Es pues una oportunidad para ellos de mostrar su parte más genuina.
- Se pueden percibir cuáles son los valores realmente compartidos y aquellos que no acaban de funcionar por el tipo de respuesta que se dé a lo que se está trabajando. Efectivamente, cuando creamos y cocreamos solemos poner más el foco en determinados aspectos que en otros por lo que, de este modo, podemos darnos cuenta de aquello que nos interesa más o menos.
Así pues, la cocreatividad no es solo un medio para llegar a un fin concreto de crear o investigar algo en particular. Es también una forma de relacionarnos en las organizaciones de un modo diferente que también genera cultura de equipo, de empresa, de asociación…más cuando después del workshop, las propuestas resultantes se sigan trabajando en la organización.
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