Alexandra
Farbiarz
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Soluciones para el bienestar personal y la sostenibilidad

Los empleados aprenden a escucharse, participan en la construcción del mensaje de la organización y pueden sentírselo más suyo lo que les hará más activos respecto a los objetivos de la empresa.
En este post me centraré en la comunicación interna como base sobre las cuales las organizaciones no solo comunican sus objetivos, sino que pueden crear dinámicas a encaminar un espíritu compartido de valores que permitan a sus empleados a ser los primeros prescriptores de la empresa.

Obviamente, la comunicación interna, por sí sola, no sostiene el sentimiento de pertenencia que le haga sentirse orgulloso de formar parte de su empresa. Sin embargo, sin ella, es aún más difícil contar con los que, finalmente, hacen la empresa posible.

Ahora bien, comunicar no es solo una cuestión que se reduzca a una emisión de mensajes que todo el mundo que trabaja en una empresa debería conocer.

En este sentido, cabría valorar si el mero hecho de hacer un dosier de bienvenida, boletines internos, ofrecer incentivos no pactados conjuntamente con los empleados o acciones puntuales de team building o de objetivos compartidos son suficientes.

Porque no deja de ser un sistema de comunicación unilateral vertical, y por lo tanto, obsoleto respecto a los planteamientos de comunicación que han convulsionado las empresas desde la llegada de los canales de comunicación 2.0. El gran cambio ha sido la capacidad contributiva de consumidores y usuarios respecto a las empresas, ya sea para aportar, sugerir como criticar.

¿Cómo convertir entonces la comunicación interna en una transmisión de valores compartidos y que sean objeto de intercambio entre los empleados? ¿Cómo hacer que el empleado se convierta en el primer “vendedor” de su empresa sin necesidad de pertenecer al departamento comercial o similar?

Es cierto que en el trabajo el sentido del compartir es difícil en la medida que no se escogen ni a los compañeros ni a los jefes, y a veces, éstos últimos, ni a su equipo.

Para compartir voluntariamente se necesita de una voluntad en la que el individuo siente que lo hace porque quiere y tiene sentido para él. Lo que quiere a veces puede ser pactado y otras veces no. Sin embargo, buscar ejes de sentido compartido es el espacio dónde pueden generarse dinámicas de auténtica comunicación interna.
Para ello, son esenciales dos ingredientes principales:
  • Una apuesta decidida y convencida de la dirección de la empresa dispuesta a establecer canales bidireccionales y transversales de comunicación
  • Generar espacios de conversaciones en el que exista el espacio para una aportación contributiva y constructiva por aquellos que forman parte de ella


Esto supone que en estas conversaciones se permita un espacio para reconducir los conflictos (porque por más que se quieran evitar son parte consustancial al ser humano) así como espacios de construcción de alternativas o mejoras de lo que está generando o ocurriendo en la empresa.

Existen muchas técnicas para ello, pero lo primero es vencer el miedo a conversar y de este modo crear comunidades internas, es decir, equipos que se van conociendo a medida que hablan desde otro lugar que el propio de las tareas asignadas a cada cual.

En este sentido supone también permitir que afloren las discrepancias entre departamentos que no siempre se rigen por los mismos parámetros ni objetivos. Sin embargo, la distancia que suele establecerse por esta misma razón también hace que se pierdan grandes oportunidades para las empresas, porque al final, cada cual mira el ombligo de lo que le dicta su espacio de trabajo y se olvida que está remando para un barco que no es sólo el suyo.

Con este tipo de dinámicas, los empleados aprenden a escucharse mejor, participan en la construcción del mensaje de la organización y al haber participado en él pueden sentírselo más suyo lo que muy probablemente les hará más activos respecto a los objetivos que persigue la empresa.

¿Te atreverías a crear comunidades internas en tu empresa? ¿Te has preguntado lo que podrías ganar con ello y lo que puedes estar perdiendo por no hacerlo? Y si no se hace …¿ qué grado de confianza crees que estás dando a tus empleados?