Ocurre que a veces no tenemos mucha claridad de qué y cómo hacer lo que llevamos entre manos. Esta situación puede generar cierto malestar. Sin embargo si esta sensación te lleva a pelearte contigo mismo porque quieres tenerlo todo claro inmediatamente y saber cuál ha de ser el primer paso, es probable que malgastes energía.
Aunque no lo tengas muy claro, respira y pregúntate qué pasos pueden ayudarte a ir encontrando algo de luz. Te propongo algunas sugerencias:
– Empieza por aquello que se te da fácil y bien. A veces empezar por quitarse de encima aquellas cosillas que no te resultan difíciles al menos te darán más espacio mental. Aunque te de un poco de pereza hacerlas.
– Cuando lo que tengas que abordar te resulte demasiado complejo, hazte un esquema de trabajo y divide las tareas: igual descubres que lo que te parece un mundo está hecho de cosas que, en realidad. muchas de ellas ya has hecho o se asemejan a cosas que ya conoces
– De lo que no conoces, lista aquello que te falta información: será más fácil buscar lo que necesitas saber que si lo ves todo en conjunto.
Una vez vas haciendo este tipo de pasos verás que poco a poco lo que se veía muy oscuro se hace un poco más claro. ¿Tienes tú alguna otra sugerencia?
Comentarios recientes