Alexandra
Farbiarz
Mas

Soluciones para el bienestar personal y la sostenibilidad

Artículos
¿De verdad crees que la gente no cambia porque en el fondo seguimos siendo los mismos? ¿Nunca has hecho cosas que jamás creíste que harías o podías hacer?
 

Hay quien dice que, en el fondo, la gente no cambia a pesar de las circunstancias y del tiempo que haya pasado porque la esencia sigue siendo la misma.

Como coach mi trabajo consiste en acompañar a personas a poner en marcha los cambios que se propone, así que me resulta difícil creer que las personas no cambian. De hecho pienso que la vida es movimiento y por lo tanto cambia y nos cambia constantemente.
La forma en que cambiamos no resulta siempre evidente sobre todo porque nuestros hábitos cotidianos y la forma en que hemos fijado determinadas experiencias y las consecuentes creencias al respecto parecen dominar nuestro día a día, a veces porque nos aferramos a ellos, a veces porque no toca más remedio.
Sin embargo, incluso aquellas tareas más repetidas las vivimos de forma distinta según el humor, las personas con las que las hacemos y como se sienten, el tiempo meteorológico, los imprevistos que surjan, la revisión que hagamos de determinados hechos cuando los comentamos con otra persona, etc. Cada una de estas u otras afectaciones – en positivo o negativo-  puede significar un pequeño cambio y otras veces revelarse como la antesala a grandes cambios.
La disposición con la que hacemos cosas y su desarrollo se altera cada día porque cada día se presenta de un modo distinto aunque a veces tengamos sensaciones de estancamiento.
Sin duda aquello que nos hace únicos a cada uno de nosotros, esa “esencia” que permite diferenciarnos los unos a los otros siempre nos acompaña.
Aún y así no es lo mismo utilizar cuatro litros de nuestra esencia que una gota de la misma. Imaginaros que cogéis una esencia… ¿Será lo mismo que os pongáis media botella de perfume que unas gotas? ¿Surgirá el mismo efecto si la pongo en la punta del dedo gordo del pie que si la pongo en el cuello?
Pues con nuestra esencia personal e incluso la colectiva (cuando se comparten una serie de conceptos, valores, creencias, identidades, símbolos) ocurre algo parecido.
Vamos por la vida con nuestra esencia y aunque repitamos gestos, patrones, hábitos, pensamientos o sensaciones, resulta que todo está en movimiento. Este movimiento puede ser propio o de lo que nos rodea. A veces de una forma muy sutil, y otras de manera abrupta. Y todo ella va calando. Y calando, calando nos permite ir evolucionando.
El tema está también en conocer y reconocer nuestra propia esencia para generar nuestro propio bienestar. Es una lástima que no nos eduquen demasiado en el autoconocimiento de nuestras propias particularidades que permitirían desarrollar nuestro potencial desde nuestra propia coherencia. ¿Qué te permitiría conocer tu propia esencia?
*Entendemos aquí por esencia carácter y personalidad